Eje Articulador 1

Gestión Universitaria

1. Ambiente universitario de pertenencia y tranquilidad:

Construir un entorno académico, estudiantil, administrativo y laboral que invite a la comunidad a querer estar en la universidad, venir con entusiasmo y sentirse reconocida. La U que merecemos es aquella donde las relaciones humanas se basan en el respeto, el reconocimiento y la solidaridad, evitando que cada persona sea tratada como un número y afirmando su valor como parte de una comunidad unida y no dividida. Es la universidad que merecemos porque promueve programas de bienestar que fortalecen el sentido de pertenencia y orgullo institucional, de modo que, al momento de jubilarse, egresar o graduarse, nadie sienta que se va de un lugar ajeno, sino que forma parte de un hogar colectivo que siempre lo acoge. La universidad no es solo un espacio físico, sino
una experiencia de vida compartida.

2. Bienestar y acogida para estudiantes foráneos:

Garantizar condiciones dignas y seguras para quienes llegan desde otras ciudades o comunidades, mediante programas de residencia universitaria, redes de apoyo solidario y acompañamiento integral. La U que merecemos es aquella que no deja a nadie solo, que fortalece los servicios de orientación académica, psicológica y de inserción cultural para facilitar la adaptación, que ofrece becas y apoyos específicos para aliviar los costos de vivienda, alimentación y transporte, y que fomenta espacios de convivencia y actividades que integren a los estudiantes foráneos con la comunidad local. Una universidad que no solo abre sus aulas, sino también sus brazos, para que cada estudiante se sienta en casa, valorado y acompañado en su proyecto devida.

3. Barrios universitarios para mejorar la residencia estudiantil en dos años:

Establecer alianzas con vecinos de los barrios aledaños a los campus para que sus viviendas se conviertan en espacios de residencia estudiantil dignos y seguros. La U que merecemos es aquella que transforma su entorno inmediato en parte de la experiencia universitaria, adecuando inmuebles con estándares de seguridad, accesibilidad, conectividad y condiciones de vida justa; implementando un sistema de certificación universitaria que garantice calidad en los alojamientos; y promoviendo arriendos solidarios con tarifas preferenciales que fortalezcan también la economía familiar de los vecinos. Es la universidad que merecemos porque no se aísla, sino que construye comunidad: acompaña con programas de integración, actividades culturales y deportivas compartidas, y consolida una red de apoyo estudiantil con orientación, salud y bienestar que vincula a residentes y comunidad barrial.

4. Sentido de pertenencia:

Impulso a programas que fortalezcan la identidad universitaria y hagan que cada miembro de la comunidad (estudiantes, docentes, administrativos y trabajadores) se sienta emocionado de pertenecer a ella. Diseño e implementación de programas institucionales de integración, reconocimiento y bienestar que fortalezcan la identidad universitaria; construcción de un sistema de incentivos que visibilicen el aporte de todos los estamentos; consolidación de espacios permanentes de diálogo entre autoridades, docentes, administrativos y trabajadores para la resolución conjunta de problemas; creación de campañas de sensibilización que refuercen valores como el respeto, el cuidado del entorno, la puntualidad y la corresponsabilidad en el uso de recursos y espacios; desarrollo de actividades culturales, deportivas y comunitarias que refuercen el orgullo de pertenecer a la institución; fortalecimiento del rol de las asociaciones y gremios internos como actores constructivos en la vida universitaria; generación de un clima organizacional basado en la confianza y la participación activa. No es pertenencia por obligación: es compromiso real con la universidad, no se trata solo de estudiar o trabajar aquí, se trata de vivir con alegría la universidad que nos merecemos.

5. Diversidad, equidad e inclusión:

Construir una universidad que valore y respete todas las identidades, orientaciones, culturas, géneros y condiciones, promoviendo la igualdad de derechos y oportunidades. La U que merecemos es aquella que fortalece programas de sensibilización sobre diversidad cultural, de género, sexual y generacional, incorporando además reflexiones sobre masculinidades responsables y el aporte de los feminismos en la construcción de una sociedad más justa. Es también la que consolida protocolos efectivos de prevención y atención frente a cualquier forma de discriminación o violencia, impulsa espacios de diálogo, participación y representación para los distintos colectivos universitarios, y se proyecta como referente regional de inclusión social y académica.

6. Mejora prioritaria de infraestructuras:

Realizar un diagnóstico participativo del estado actual de la infraestructura universitaria, identificando facultades, edificios y campus con mayores rezagos, así como las necesidades ergonómicas y de salud en los lugares de trabajo. La U que merecemos es aquella que moderniza aulas con mobiliario ergonómico, mejoras acústicas, iluminación LED y tecnología educativa; que toma decisiones con base en datos de seguridad como mapas de calor de incidentes, rutas seguras, puntos ciegos y niveles de iluminación; y que asegura entornos accesibles mediante rampas, ascensores, señalética inclusiva y baños adaptados. También es la universidad que diseña oficinas con ergonomía, privacidad, espacios colaborativos y zonas de descanso, que planifica inversiones progresivas y equitativas en recursos físicos y tecnológicos. Se trata de recuperar integralmente espacios comunes aulas, bibliotecas, laboratorios, áreas verdes y deportivas hoy deteriorados, incorporando criterios de sostenibilidad con materiales ecoeficientes, paneles solares, ahorro energético e hídrico y manejo responsable de residuos. Todo esto acompañado de un sistema de mantenimiento preventivo y de participación activa de estudiantes y docentes en la veeduría de proyectos, para garantizar transparencia y rendición de cuentas. No es construir más por construir, es asegurar dignidad, equidad y calidad en cada rincón de la universidad.

8. Counter de recepción universitaria e islas de información:

Implementar counters de recepción en cada campus como puntos de atención integral donde estudiantes, docentes, administrativos, visitantes y comunidad externa accedan a información clara y oportuna. La U que merecemos es aquella que diseña islas de información en espacios estratégicos para brindar orientación inmediata sobre trámites, servicios, actividades culturales, académicas y de bienestar, con personal capacitado en atención amable, inclusiva y eficiente.
Estos espacios estarán conectados con las plataformas digitales de ventanilla y expediente únicos, garantizando que cada consulta presencial esté respaldada con datos actualizados en tiempo real. Además, se desarrollarán módulos de auto-consulta con pantallas interactivas y señalética clara, junto con protocolos de accesibilidad que incluyan atención en lengua de señas y formatos inclusivos. No es solo un mostrador, es la puerta de entrada a una universidad cercana, transparente y acogedora

9. Datos para la toma de decisiones:

Generar y fortalecer un sistema integral de indicadores académicos, administrativos, financieros, de investigación, vinculación y gestión que permita a la universidad contar con información confiable, actualizada y de fácil acceso. La U que merecemos es aquella que diseña un tablero de control universitario (dashboard) donde se concentren datos clave sobre matrícula, desempeño estudiantil, becas, proyectos de investigación, finanzas y procesos administrativos, con tiempos de respuesta claros y verificables. Esta universidad adopta una política de datos abiertos que garantice transparencia en todos los ámbitos, asegurando al mismo tiempo protocolos para proteger la confidencialidad de información personal y sensible. Además, forma a su comunidad —autoridades, docentes, administrativos y estudiantes— en cultura de datos, de modo que los indicadores se traduzcan en decisiones informadas y útiles. No se trata de acumular cifras, sino de transformar los datos en conocimiento y confianza para construir juntos la universidad que nos merecemos.

10. Comunicación institucional:

Construir una política clara de comunicación con vocerías especializadas y profesionales que reconozcan la diversidad de voces legítimas dentro de la universidad. La U que merecemos es aquella que fortalece su departamento de comunicación para difundir, de manera constante y planificada, los avances en gestión, investigación, docencia, vinculación y vida universitaria; que crea una sala de prensa activa con medios locales, nacionales e internacionales para garantizar información transparente y verificable; y que define lineamientos claros para los órganos de cogobierno, promoviendo coherencia, respeto y pluralidad. Esta política incluye un mapa de públicos con mensajes diferenciados para la comunidad universitaria, medios, sector productivo, autoridades y sociedad civil; la capacitación de voceros académicos y administrativos en comunicación efectiva; y el desarrollo de una estrategia digital que aproveche redes sociales, podcasts, boletines y transmisiones en vivo como canales bidireccionales de interacción. No se trata de imponer una voz única, sino de que la universidad hable con legitimidad, pluralidad y transparencia desde la ciencia.

11. Gestión digital:

Aplicar de manera integral la política de universidad sin papel para modernizar, transparentar y agilizar la gestión académica y administrativa. La U que merecemos es aquella que implementa una ventanilla única digital donde estudiantes, docentes y administrativos encuentren todos sus trámites en un solo punto de acceso en línea; que adopta la firma digital para garantizar seguridad jurídica y rapidez en los procesos; y que crea un expediente único electrónico para cada miembro de la comunidad universitaria, con información académica y laboral organizada y accesible. Esta universidad también incorpora automatización robótica de procesos (RPA) para atender trámites repetitivos —como certificaciones, constancias y registros— que los usuarios puedan descargar automáticamente, liberando tiempo para labores de mayor valor agregado. La gestión digital se complementa con plataformas interoperables que eviten duplicidades y con programas de capacitación que aseguren que toda la comunidad aproveche plenamente la transformación tecnológica. No se trata solo de digitalizar trámites: se trata de construir una.

12. Normativa y simplificación:

Unificar y simplificar los cuerpos normativos para facilitar la gestión universitaria y garantizar seguridad jurídica en la toma de decisiones. La U que merecemos es aquella que cuenta con una Unidad de Normativa Técnica encargada de sistematizar, organizar y actualizar permanentemente todos los reglamentos, políticas y disposiciones institucionales; que implementa un repositorio digital único, público y de fácil acceso para que toda la comunidad conozca la normativa vigente; y que elimina duplicidades y contradicciones mediante un proceso de armonización que evite la superposición de reglas. También es la universidad que diseña guías prácticas y resúmenes ejecutivos en un lenguaje claro y comprensible, abre espacios de socialización y formación periódica sobre derechos, deberes y responsabilidades, y establece mecanismos de participación para que la comunidad pueda proponer ajustes o señalar vacíos normativos. No se trata de complicar con más trámites, sino de tener reglas claras, transparentes y accesibles que fortalezcan la vida institucional.

13. Gestión financiera y administrativa eficiente:

Implementar una tarjeta de crédito institucional (código INGENIOS) con reglas de uso claras que permita cubrir gastos menores y urgentes de forma transparente y controlada. La U que merecemos es aquella que establece puntos de facturación en cada campus, fortalece el cobro virtual para dar agilidad y comodidad en los pagos, y estandariza contratos según su objeto —posgrado, docencia, capacitación, investigación— reduciendo tiempos y evitando discrecionalidades. Esta universidad define plazos claros y obligatorios en los procesos de compras públicas, con un sistema de seguimiento en línea que identifique cuellos de botella y anticipe soluciones; moderniza la gestión de activos fijos con procesos ágiles de bajas, traspasos e ingresos; y fortalece el control interno ajustado a la normativa vigente, garantizando transparencia sin paralizar la gestión. Además, elabora directrices claras para convenios interinstitucionales, haciendo sus trámites rápidos y confiables, y diseña estrategias para enfrentar las trabas burocráticas que impiden ejecutar el presupuesto en su totalidad. No se trata solo de cumplir con la ley, sino de lograr que los recursos lleguen a tiempo y se transformen en bienestar para la comunidad: la universidad que nos merecemos, ordenada, ágil y organizada.

14. Unidad de mejora continua y prospectiva:

Crear un equipo especializado encargado de analizar de manera sistemática el contexto local, regional, nacional e internacional, cruzando datos socioeconómicos con resultados académicos, de investigación y de gestión, para orientar la toma de decisiones estratégicas de la universidad. La U que merecemos es aquella que diseña informes periódicos de prospectiva institucional para anticipar tendencias en educación superior, ciencia, tecnología, innovación y demandas sociales; que establece mecanismos de escucha activa para recoger la voz de estudiantes, docentes, administrativos, trabajadores, graduados y actores externos; y que integra esta unidad a los procesos de evaluación y aseguramiento de la calidad, de manera que la mejora continua se sustente en evidencia y no en percepciones aisladas. Esta universidad promueve un enfoque técnico y académico, alejado de intereses partidistas o coyunturales, reforzando la independencia y legitimidad institucional, y desarrolla herramientas de análisis comparado con universidades nacionales e internacionales para aprender de buenas prácticas y adaptar soluciones innovadoras. No se trata de improvisar ni de alinearse a ideologías políticas, sino de escuchar, anticipar y decidir con visión de futuro.

15. Reconocimiento al conocimiento administrativo:

abrir espacios para que el personal administrativo pueda impartir capacitaciones en sus áreas de dominio técnico, compartiendo su experiencia y fortaleciendo las capacidades de toda la comunidad universitaria. La U que merecemos es aquella que crea un programa institucional que valore el saber práctico de su personal a través de talleres, charlas y cursos de educación continua; que promueve redes internas de intercambio de conocimientos entre áreas administrativas, académicas y estudiantiles; y que impulsa mecanismos de reconocimiento público que visibilicen su aporte como parte esencial de la vida universitaria. No se trata solo de realizar tareas administrativas, sino de poner en valor la experiencia y el talento que sostiene día a día a la institución.